EFECTOS
DE LOS TRASTORNOS POR ANSIEDAD SOBRE LA ATENCIÓN
El análisis semiológico
de la ansiedad muestra frecuentes trastornos cognitivos.
Algunos de ellos son: alteraciones en la noción del tiempo,
percepción anormal del esquema corporal y trastornos de la
atención. La ansiedad patológica, muestra por ejemplo, la
focalización y desplazamiento de atención sobre un peligro
subjetivo. En la ansiedad crónica la atención es más inestable
y hay una disminución específica en la atención voluntaria,
que parece estar relacionada con trastornos mnésicos.
La ansiedad puede
ser considerada como una emoción en el sentido cognitiva.
La respuesta emocional a la falta de control cognitivo sobre
las señales recibidas del propio ambiente. La respuesta emocional
a la falta de control cognitivo sobre las señales recibidas
del propio ambiente. La ansiedad es señal de la alteración
de ese orden sin el cual no hay adaptación posible. El caos,
la falta de orden o coherencia puede venir por tres factores,
1) un evento externo imprevisible, 2) la ausencia de una respuesta
adaptativa apropiada, 3) la alteración del proceso cognitivo
de hipótesis que relaciona el evento percibido con las diversas
categorías cognitivas. 3) la alteración del proceso cognitivo
de hipótesis que relaciona el evento percibido con las diversas
categorías cognitivas. La falta de maestría cognitiva, explica
la preponderancia del componente inhibitorio en la ansiedad,
ningún comportamiento puede ser considerado como apropiado
Summary:
Cognitive
disorders & anxiety
The
semiological analysis of anxiety shows frequents cognitive
impairments.
So
called sensory symptoms are not uncommon. Some of them are
alterations in the notion on time lapse, abnormal perception
of ones own body, and unreality.
Certain
forms of temporal epilepsy present themselves in a similar
way. In pathological anxiety a focusing of the attention on
a subjective danger- which seems to be immediate, can be added
In
chronic anxiety, attention is more unstable and there is a
specific decrease in voluntary attention, which seems to be
related to a frequent complain, the memory impairments.
Neuropsychological
studies seem to show a difference between right and left hemispheres
on the regulation of emotional process.
Key
words: Cognitive process / attention / Anxiety / memory
/ hemispherical dominance
Résumé
Létude de la anxiété met en évidence la fréquence des
troubles cognitifs associes aux états dangoisse (panique)
et aussi lanxiété généralise ou phobique. Pendant les
crises dangoisse les symptômes sensorielles,
i.e. dépersonnalisation, altérations de la perception du temps
écoule, déréalisation, nest pas rare. Ces troubles sont
semblables a ceux de la épilepsie temporale et ils sajoutent
à une focalisation de lattention sur un danger subjectif.
Dans les états danxiété généralisée, lattention
volontaire semble être affaiblie, lies certes, a des troubles
de mémoire à court terme. Les études neuropsychologiques,
montreraient une inégalité de la régulation des processus
émotionnels par les hémisphères cérébraux. Lintérêt
de étudier les fonctions cognitives semble évident.
Mots
clés: mémoire / attention / anxiété/ processus cognitifs/
dominance hémisphérique
La semiología de los trastornos por Ansiedad, presenta un
espectro sintomático sumamente rico y variado. Se puede presentar
al conjunto, bajo tres aspectos: el psicológico, el somático
y el comportamental. La ansiedad puede ser considerada como
una emoción cognitiva. La respuesta emocional a la falta
de control cognitivo sobre las señales recibidas del propio
ambiente. La ansiedad es señal de la alteración de ese orden
sin el cual no hay adaptación posible. El caos, la falta de
orden o coherencia puede venir por tres factores, 1) un evento
externo imprevisible, 2) la ausencia de una respuesta adaptativa
apropiada, 3) la alteración del proceso cognitivo de hipótesis
que relaciona el evento percibido con las diversas categorías
cognitivas. La falta de maestría cognitiva, explica la preponderancia
del componente inhibitorio en la ansiedad, ningún comportamiento
puede ser considerado como apropiado
Introducción
Los
trastornos por ansiedad presentan manifestaciones clínicas,
particularmente ricas. Es posible presentar su fenomenología,
en base a tres registros: el somático, el psicológico-cognitivo
y el comportamental. A pesar estar los mismos profundamente
interrelacionados, en este artículo se abordaran las perturbaciones
inherentes a los aspectos psicológicos y especialmente los
cognitivos, es decir, a la adquisición y el tratamiento de
la información que recibe el sistema nervioso central.
Los
diferentes niveles de análisis
El enfoque de la patología por ansiedad que propone el paradigma
cognitivo, permite trazar dos grandes aspectos a tratar e
investigar: 1.- El Neuropsicológico: Son las grandes funciones
instrumentales, que entran en juego en la percepción, el tratamiento
y la adquisición de información, es decir: la memoria, la
atención, el aprendizaje etc. Estas son englobadas, en algunos
casos, dentro de las así llamadas Funciones Mentales
Superiores. Esta aproximación es, en cierta medida reduccionista
e intenta la comprensión de mecanismos funcionales. Puede
permitir interesantes estudios de correlación entre investigaciones
neuro-anatómicas y psicofisiológicas. Más adelante se presentará
un ejemplo de ello, que son los estudios de dominancia hemisférica.
2.-
El Cognitivo: Se ocupa del estudio de las representaciones
mentales, es decir los diferentes sistemas para el proceso
de la información, y sus asociaciones a las diferentes emociones.
Esta vía de investigación es fundamentalmente más clínica,
y más abarcadora que la precedente y permite hipótesis tendientes
a intervenciones terapéuticas específicas. Aunque en el
estudio de los trastornos por ansiedad, se utilizan ambas
vías de abordaje, los estudios actuales demuestran en forma
creciente, las distorsiones cognitivas específicas en, y de
los pacientes ansiosos.
I.Aspectos
clínicos
Desde
el punto de vista clínico, los trastornos cognitivos, son
frecuentemente citados por los pacientes, sea en consulta
ambulatoria o en hospitalizados. Un estudio realizado en una
población de 60 pacientes, de ambos sexos, con edades comprendidas
entre 19 y 55 años que presentaba diversos trastornos por
ansiedad, presento un 62% de trastornos de la concentración
y 56% de dificultades mnésicas. En el mismo se utilizó como
criterio de exclusión la existencia de un diagnóstico de
depresión (eso es todo otro diagnóstico del eje I del DSM-III-R,
era excluido)
Otro
estudio llevado a cabo en el NIMH en Estados Unidos, se interesó
muy particularmente en las modificaciones sensoriales y cognitivas,
referidas por pacientes con diagnóstico del DSM III-R de ataques
de pánico con agorafobia (300.21). Se trata de modificaciones
sensoriales, cognitivas y especialmente emocionales que se
presentan, los sujetos en forma transitoria, y relacionadas
con los episodios de ansiedad. Es una variedad polimorfa de
síntomas, y es una queja referida muy frecuentemente en la
consulta.
Existe
un cuestionario para la evaluación de este tipo de síntomas.
(Silberman) El mismo esta compuesto de 52 ítems y su análisis
revela las siguientes categorías: Alucinaciones, ilusiones
sensoriales, ilusiones cognitivas, distorsiones temporales,
automatismos motores y modificaciones del curso del pensamiento.
Estudiamos
una población de 30 pacientes provenientes de consultorios
externos o de salas de internación, con un espectro de trastornos
ansio-depresiva variada. Fueron evaluados mediante los cuestionarios
de Beck (depresión), Hamilton depresión, Spilberg ansiedad
(característica), así como cuestionarios de ingreso como B.P.R.S.
y una versión modificada del AMPP-4. Se excluyo sujetos con
un Hamilton depresión por encima de 22 y asimismo toda otra
patología psiquiátrica. La evaluación neurológica realizada
fue clínica, así como un Mini-Mental Test, y aquellos pacientes
con indicios de alteración neurológica, también fueron excluidos.
Los resultados obtenidos por el test de Silverman fueron significativos
de alteración en las categorías previamente mencionadas, encontrándose
esto dentro de los parámetros habituales dentro de estas poblaciones.
Sin embargo, la naturaleza de los síntomas sensoriales difería
según la subpoblación. Por ejemplo en pacientes que padecen
ataques de pánico con agorafobia, las alteraciones de la percepción
sensorial, son especialmente frecuentes, así como sensación
de despersonalización y de irrealidad. Estos síntomas pueden
llegar en algunos casos, a verdaderas ilusiones. En este caso
las ilusiones visuales (distorsiones de contornos, distancias,
cambios de tamaños etc.) son las más frecuente referidas.
Cuando se presentan estas ilusiones, existen varios con alteraciones
del curso del pensamiento, y de la percepción temporal. Aquí
el paciente hace referencia a una aceleración incontrolable
o, a la inversa, un bloqueo completo de los procesos cognitivos,
durante la crisis de pánico. Es interesante notar que las
alteraciones de la percepción temporal en pacientes con depresión,
que presentan otra especificidad en la vivencia temporal,
son similares a las citadas previamente, para los pacientes
con trastornos por pánico, durante el curso de una crisis
de angustia, intercurrente con su depresión. El clínico, se
encuentra frecuentemente sorprendido por la intensidad de
los sentimientos de desrrealización y la pérdida de referencias
espaciales en el mundo circundante. Su correlación característica,
es la búsqueda de puntos de reparo visuales o táctiles. Estos
episodios por un mecanismo de refuerzo comportamental, basado
en la repetición, originan una angustia de intensidad creciente,
episodio tras episodio, por los mismos comportamientos básicos
de huida y pedido de ayuda. A pesar de lo expuesto debemos
recordar que estas modificaciones cognitivas, con su consiguiente
correlato comportamental, se presentan, aunque de manera menos
frecuente y con menor intensidad, en cuadros de ansiedad crónica
intensa, es decir no son distintivo o diagnóstico "per.
se" de ataque de pánico con agorafobia.
ASPECTOS
NEUROPSICOLOGICOS Si bien las alteraciones cognitivas
son puestas en evidencia en el examen clínico, la detección
es realizada por medio de tests exclusivamente neuropsicológicos.
Sin embargo estos estudios se han limitado a dos dominios:
Los procesos atencionales y el tratamiento hemisférico de
las emociones. Las alteraciones (en plural, ya que presentan
varias modalidades) de la atención, han sido estudiadas entre
otros por Eysenk en el Instituto de Psiquiatría de Londres,
siendo sus trabajos, la referencia en el área. En estudios
llevados a cabo sobre voluntarios sanos, habitualmente estudiantes,
pudo demostrar que el componente psicológico de la ansiedad,
es fuente de fenómenos cognitivos parasitarios, que disminuyen
la posibilidad de un correcto tratamiento del estímulo (en
este caso la información), y alteran específicamente la capacidad
de memoria inmediata operatoria. Según estas mismas experiencias,
los factores somáticos de la ansiedad tendrían una influencia
limitada sobre este proceso. La competencia entre información
pertinente o adecuada (estímulo) e información inadecuada
(ansiedad), modifica la selectividad de los procesos atencionales,
y necesitaría un mayor esfuerzo de atención por parte del
sujeto. Esto se traduce por una menor eficacia, especialmente
observable en tareas más complejas (a estímulos de disparidad
creciente). Un caso muy elocuente y simple a la vez es el
siguiente: A un sujeto con un nivel clínicamente detectable
de ansiedad, se le presentan por medio de una computadora
(digit-span), sobre la pantalla de la misma, cifras, que desaparecen
luego de algunos milisegundos. La atención selectiva, necesaria
para el recuerdo de estas cifras, entra en competencia con
la atención dada a ideas ligadas a la ansiedad (distorsiones
cognitivas) y llevarían por ello a una mayor distractibilidad,
acompañada de la disminución de capacidades mnésicas. La resultante
es una selectividad (es decir la relación estímulo/ausencia
del estímulo) mayor, pero más limitada y especialmente más
lábil. Esta labilidad podría explicar en alguna medida, la
dificultad de concentración así como las dificultades en la
memoria inmediata, quejas presentadas o referidas por estos
pacientes. El segundo aspecto de la cuestión, es la hipótesis
según la cual existiría un predominio hemisférico derecho,
en la regulación de los comportamientos emocionales. De una
manera general en las lesiones del hemisferio no dominante
se observan modificaciones significativas en el discurso,
en la comunicación no verbal y en la expresión facial. A la
percepción neutra, temporal, secuencial, y analítica del hemisferio
izquierdo, se opondría una más emocional, simultanea, espacial
y global, del hemisferio derecho (Bear 1986). Varios estudios
han demostrado en sujetos sanos o en pacientes con muestras
de ansiedad patológica, que una situación ansiogénica, podía
producir ciertas modificaciones, en ciertos indicadores de
la actividad específica hemisférica. Entre estos citemos el
movimiento lateral de los ojos (Schwartz 1975), visión taquiscópica
(Duda 1984), tests de atención auditiva derecha - izquierda
(Shearer 1981), o de la discriminación visual periférica o
central. A pesar de que la mayor parte de los trabajos proponen
una actividad predominante del hemisferio derecho durante
episodios de estrés o ansiedad patológicos, son varios los
factores que influirían en estas respuestas.
Tyler
y Tucker (1982) proponen la necesidad de diferenciar entre
ansiedad patrón o característica y ansiedad señal o estado.
La importancia de esta diferenciación puede llegar a ser
más evidente, para la certitud diagnóstica. La primera -ansiedad
patrón-, es aquella que es independiente del episodio actual
y forma parte de la personalidad del individuo. La segunda
por el contrario, está ligada al estímulo ansiogénico. Varias
escalas se utilizan para medir estas dos modalidades de la
ansiedad, y citemos entre ellas la batería de Spilberger.
La
distinción entre dos modalidades de ansiedad, presenta, aparte
de un interés diagnóstico y nosológico, una diferencia funcional
fundamental. En los sujetos que presentan un bajo score en
la ansiedad patrón, la ansiedad estado provocaría un aumento
de las performances del hemisferio derecho, mientras que en
aquellos con un índice alto, las respuestas durante un episodio
ansiogénico (ansiedad estado), serían más pobres. En este
último caso, habría una mayor actividad del hemisferio izquierdo,
que estaría relacionado con un tipo específico de percepción
y así explicaría, las alteraciones de la atención observadas
en cuadros que cursan con ansiedad patológica.
Los
estudios estructurales y funcionales (EEG, Mapeo cerebral,
Tomografía por emisión de positrones) llevados a cabo de una
manera sistemática en pacientes con diferentes cuadros de
ansiedad, sugieren un aumento relativo del hemisferio derecho
en su totalidad o parcialmente en alguna de sus estructuras.
En este sentido es interesante notar que la administración
de benzodiacepinas a dosis infraterapéuticas, parece mostrar
una disminución más marcada en el hemisferio derecho que el
izquierdo, de la actividad metabólica (Buschbaum-1987) y del
débito sanguíneo cerebral (Matthew-1985).
Conclusiones
La
alteración de ciertas funciones cognitivas, (la atención,
memoria inmediata, percepción) es un corolario frecuente de
la patología ansiosa y que no está ligada simplemente a la
intensidad de los síntomas presentes. Esta constatación implica
que la ansiedad detectada en el curso de otras afecciones
psiquiátricas (depresión, esquizofrenia), debe ser tenida
en cuenta en la interpretación de resultados de evaluación
de la performance cognitiva. Por otra parte, en función de
esto último, existiría sumo interés en evaluar a la ansiedad
de una manera específica y sistemática, dándole especificidad
a su existencia junto a los síntomas específicos de la patología
en cuestión. Así, la inhibición detectada en el curso de una
depresión debería ser estudiada también desde la perspectiva
de una inhibición ansiosa. Por último, es de desear una colaboración
más estrecha entre diferentes las diferentes vías de investigación:
neuropsicológicas, imágenes funcionales y la psiquiatría.
Esto nos podrá mostrar caminos fructíferos, para la comprensión
psicopatológica, fenomenológica y anatómica, de la ansiedad.
Bibliografía
BearD.M.
(1983) La spécialisation hémisphérique et les fonctions émotionnelles
chez lhomme.Rev. Neurol. (Paris) 1,23/33
Beck
a. & Emery G. (1985) Anxiety disorders & phobias Basic
Books. New York
Boulenger
J., Bierer L, Uhde T. Silberman E. & Post R. (1986) Psychosensory
phenomena in panic & affective disorders. In Biological
Psychiatry -Elsevier Science Publications
1986
Boulenger J. & Uhde T.(1987) Crises aiguës dangoisse
et phobies. Ann. Med. Psichol. 145 113-131
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